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ara hablar de una buena calidad de vida no deberíamos
dejar de considerar, entre otras cosas, a la salud física
y mental, el acceso a la educación con la incorporación
de las nuevas tecnologías, el libre acceso a los edificios
y el espacio urbano.
Sin duda, con el diseño del espacio público y de los
edificios donde se desarrollan todas las actividades
humanas, los arquitectos tenemos la posibilidad
- y la
responsabilidad -
que todas las personas puedan tener
una buena calidad de vida, ya que la arquitectura atra-
viesa a casi todas las demás disciplinas, facilitando con
buenas propuestas, las prácticas específicas.
Pero si los edificios y la ciudad presentan obstáculos
físicos que hagan que no todas las personas puedan
movilizarse en igualdad de condiciones, difícilmente és-
tas personas puedan acceder a la educación, al trabajo y
Calidad de vida es un concepto utilizado cotidianamente
para definir el bienestar de las personas,y no está relacionada
necesariamente con el concepto del nivel de vida,
que se refiere fundamentalmente al nivel de ingresos.
Arquitectura,
Educación,
y Calidad de Vida
Prof. Arq. José Failla
a la vida en sociedad, dificultando su desarrollo per-
sonal, su influencia en la sociedad, confinándolos
además a la soledad y al aislamiento.
Mucho tiene que ver para que esto sea así, nues-
tra formación profesional, que se ha caracterizado
por considerar al
“usuario de nuestros proyectos”
con
las características del
hombre de Vitruvio
, que el gran
Leonardo Da Vinci
, en 1487 representó en una
figura humana inscripta en un círculo y un cuadra-
do superpuestos, y en las relaciones y proporciones
que ése cuerpo humano tenía.
Baste decir que se lo conoce como el Canon de
las proporciones humanas en el que, a manera de
Otro Canon de las proporciones humanas.
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